


En 1981, Miguel regresa a la Argentina.
Estas grabaciones son fruto de una volada velada en el barrio de Belgrano, Jorge Newbery y Cabildo, con un microfono y un grabador a cassette.
Toda la falta de tecnología queda aqui superada por al ángel de Miguel.
Las voces que se escuchan de fondo son las de Jorge y Ralph.
Acompañan esta grabación, 4 demos que por esa época realizaron Los Abuelos de la Nada, y les sirvió de entrada a lo que seria un grupo emblemático de los ochenta.
La foto de este disco fue tomada por Hernán Roibon, y fue la tapa del primer número de la revista Pan Caliente.
PD: Un día Jorge se aparece por casa. Al sonreír me muestra -ante mi sorpresa, una dentadura llena de dientes. "¿?", le pregunto. Me la regaló Miguel...